Soy un hombre común
y como tal,
de dudoso proceder
en la virtud y en la indignidad
porque mi espíritu
se ha templado en la agonía.
Yo,
que he vivido entre fantasmas,
no necesito someterme al olvido
para poder sentirme vivo.
Antonio:
ResponderEliminarUn poema muy personal y hondo.
La vida es todo, menos un lecho de rosas.
Está en cada uno de nosotros saber apreciar los momentos más bellos y dejar en el olvido las penas.
Saludos cordiales.