viernes, 30 de octubre de 2015

Tormenta nocturna


Tormenta nocturna

Brama perturbador el trueno
y un destello certero
ilumina la borrasca.
.
Espejo negro,
el agua que corre por las calles,
refleja resplandores
de una tormenta
que alimenta quimeras.

Concierto extraño
de fuegos y tambores;
pretexto
para la punzante soledad
hecha poema.

miércoles, 7 de octubre de 2015

MEJOR O PEOR

                                            Fotografía: El alba del monte (Antonio Cruz)


¿Quién puede tener la certeza
 que alguna circunstancia
sea mejor o peor en la vida de
cualquier hombre?
Algunas veces, eso que anhela
de manera tan ferviente
llega demasiado temprano
o demasiado tarde
y hasta quizás en el momento
inadecuado
o puede suceder que, intempestivamente,
la vida le presente la baraja
y su juego es casi bueno
o casi malo, que es lo mismo
y sabe que una carta, una sola carta
(el as de espadas o el de basto
o hasta quizás el siete bravo)
pueden marcar el camino
pero ante la duda, no se juega
y se condena a vivir sin saber
si esa carta le llevaba al cielo
o al infierno. 

sábado, 23 de mayo de 2015

AQUELLOS QUINCE, ESTOS SESENTA YCUATRO


Quei quindici, questi sessantaquattro

A quindici anni, ascoltando la canzone
dei quattro di Liverpool,
neppure mi capitava di chiedermi che sarà di me
quando arriverò a sessantaquattro ed avrò perso i capelli.
In quegli anni, in questa terra, non festeggiavamo
i “San Valentino” e,
per il compleanni
non ricevevamo biglietti né vini;
ci bastavano alcuni canapè, il cioccolato,
i biscotti (della scatola di latta, ovviamente)
e di certo
la semplice torta cotta nel forno dalla mamma.
Il resto era sogno.
Adesso, che posso voltare lo sguardo
a quel tempo lontano ed ancora riesco
a sentire nostalgia, penso che non avrei mai immaginato
tanti cambiamenti.
Ho realizzato molti desideri:
non ho mai cambiato un faretto, né riparato un fusibile
e non ho mai usato una pinza o una chiave
(neanche un cacciavite).
Posso anche dire che ora so
come convivere con l’insonnia e
scoprire nelle viscere della notte
la parola, scrivere poemi
che spero spaventino i miei fantasmi
e che probabilmente nessuno leggerà
però che mi illudano
e sapere che, malgrado tante
insonnie navigate, godo ogni regalo che
la vita mi ha donato.

E’ giunta l’ora, ormai sono sessantaquattro
ed al caldo della notte
(difficile da giustificare in questo autunno),
mi dispongo ad degustare
quei sapori trascendenti
che sono rimasti ricamati nell'anima
e che giustificano questi sessantaquattro anni.

di Antonio Jesús Cruz  - Traduzione di Pietro Adorni, 22 Aprile 2015


AQUELLOS QUINCE, ESTOS SESENTA YCUATRO

A los quince, escuchando la canción
de los cuatro de Liverpool,
ni se me ocurría preguntarme que sería de mí
cuando llegue a los sesenta y cuatro
y haya perdido el pelo.
Por aquellos años en esta tierra
no festejábamos “San Valentines”
y, para los cumpleaños,
no recibíamos tarjetas ni vinos;
nos bastaban algunos canapés, el chocolate,
las galletitas (de la lata, por supuesto)
y ciertamente
la sencilla torta horneada por la vieja.
Lo demás era sueño.
Ahora, que puedo volver la mirada
a ese lejano tiempo y todavía logro
sentir nostalgia, pienso que jamás imaginé
tantos avatares.
He cumplido muchos anhelos:
jamás cambié un foco ni reparé un fusible
y nunca usé una pinza o una llave
(ni siquiera un destornillador).
También puedo decir que ahora sé
que puedo convivir con el insomnio
y descubrir en la entraña de la noche
la palabra, escribir poemas
que espero espanten mis fantasmas
y que probablemente nadie lea
pero que me ilusionan
y saber que a pesar de tantos
insomnios navegados
disfruto de cada regalo que me
dio la vida.
Ha llegado la hora; ya son sesenta y cuatro
y al calor de la noche
(difícil de justificar en este otoño),
me dispongo paladear
esos sabores trascendentes
que han quedado bordados en el alma
y que justifican estos sesenta y cuatro..

Por Antonio Jesús Cruz


viernes, 1 de mayo de 2015

Diecisiete haikus de otoño



                                                   Otoño - Fotografía de Antonio Cruz

I
Árboles mustios
hojas amarillentas.
Llega el otoño.

II
Tarde de grises;
los árboles, la lluvia
y la nostalgia.

III
Viste al silencio
el murmullo del río.
Todo es saudade

IV
Piadosa y triste
la tarde se resbala
hacia la noche.


V
Pálido y triste
el otoño atardece
hecho recuerdos.


VI
Tarde de otoño
amarilla congoja
penas antiguas.


VII
Gris ceniciento.
Un derrumbe de sueños
en el otoño.

VIII
Hieren la tarde
feroces los silencios
de mi nostalgia

IX
Pálida luna.
Apenas tiene vida
en el otoño.


X
Día de otoño
hojas amarillentas
y penas grises.

XI
Irrespetuosos
los vientos del otoño
y mis nostalgias.

XII
Atormentado
atravieso el otoño
buscando un sueño.

XIII
Llega el otoño.
Amarillo en las hojas,
llanto en el alma.

XIV
Tarde de grises,
los árboles, la lluvia
y el desconsuelo.

XV
Irreverentes
el otoño sombrío,
y mi memoria.

XVI
Pálida luna
menguante y sosegada.
Noche de otoño

XVII
En mi ventana
temblor de gotas tristes.
Tarde de otoño.



domingo, 15 de marzo de 2015

CREPÚSCULO


                                    Crepúsculo (Fotografía de Mariana Lucatelli)


Aquí,
parado ante al crepúsculo
que muere,
mirar el horizonte
tan distante
como la utopía de Galeano
y tener la certeza
de la noche que llega
llena de oscuridad
y misterio
pero que a veces guarda
en sus entrañas
más consuelo
que este precario vislumbre
que agoniza un instante
después del bullicio cotidiano
sin poder contener nuestra
nostalgia.