Desde lo más profundo de la noche
mis ángeles oscuros acechan;
Yo trato de expulsarlos
a través de la palabra.
Entonces siento
que soy ese hombre
modelado por mis sueños;
pero cuando la madrugada
bosteza sus primeras luces,
la magia desaparece
y debo vestirme
con el disfraz de hombre cotidiano.
17 de Julio de 2012
Bellísimo, bellísimo poema.
ResponderEliminarAntonio:
ResponderEliminarY qué cierto que es esto que has escrito, con gran sencillez y belleza.
La creación literaria posee esa visión desdoblada de la realidad, esa mirada casi ajena para la persona que debemos ser durante nuestras actividades cotidianas.
La pregunta que surge, inquietante, es: ¿qué les pasará a los escritores llamados "de tiempo completo"?
Una duda para la que no poseo la respuesta.
Un abrazo.