martes, 29 de noviembre de 2011

VICTORIO







A pesar de la forma y la velocidad con que Victorio baja las escaleras, puede comprobar los deterioros en el viejo edificio. Las paredes dañadas reclaman a gritos revoque y pintura. En los descansos la humedad es tan espantosa que hasta da mal olor. Los pisos cerámicos están deslucidos y la madera de la baranda totalmente descascarada.

Deberían haber hecho mantenimientos más frecuentes y no todo de una sola vez. Si lo hubieran contratado antes, en un plazo aceptable habría solucionado todos los problemas sin demasiado esfuerzo pero ahora está seguro de que jamás podrá terminar su trabajo. Cuando termine de rodar por las escaleras, cinco pisos más abajo, el tiempo se habrá extinguido para él.


De "escritos diminutos" (2008)

PLATAFORMA UNO








El hombre de edad madura transita por la estación de trenes. Nadie repara en él. Se mueve con una sutileza que espanta y se asemeja a un fantasma.
Entra al bar situado frente a la plataforma uno. Invariablemente ocupa una mesa que da hacia la misma y fija su mirada durante horas observando absorto la constante partida de los trenes.
Ninguna de las personas que pueblan el bar, lleno de gente, se da cuenta de su presencia, aunque curiosamente nadie se sienta a su lado.
Él permanece solo, abstraído y concentrado mirando la partida de los diferentes convoyes. Cuando el expreso de las 07,30 se coloca en posición de partida, sus ojos cobran vida. Su corazón late más aprisa.
Cuando el tren parte, sonríe de manera triste, se levanta y se marcha.
Ese era en tren que abordó el día de su muerte.
 

De "Tío Elías y otros cuentos" (2006)

Acerca de soledades





III


No existe soledad

si no hay ausencia;

puedo saberlo

porque he vivido soledades.


Pero no hay soledad peor

que aquella

que acuna nuestras horas,

a la luz de unos ojos,

por la noche

bajo las estrellas.



There is no loneliness

if there´s no absence;


I can know it


´cause I lived solitudes.




But there is no loneliness worse


 that that


which cradles our hours


in the light of some eyes,


at night


under the stars.


Desde el exilio hacia hiroshima (2006)



lunes, 28 de noviembre de 2011

VIII (desde el exilio hacia Hiroshima - 2006)







Lo infinito de mi sueño
cabe en un retazo
del nocturno.

Borroso perfil,
estampa fugitiva,
azul tatuaje
que se dibuja
en cada espacio de mi ser
y me traspasa



domingo, 27 de noviembre de 2011

NOCTURNO DE PASIÓN







 
El dramaturgo sonríe. La mirada verde y chispeante de la pelirroja lo ha seguido durante toda la actuación y él intuye la invitación que es tan vieja como el mundo.
Sospecha que su desfachatada elegancia ha hecho lo suyo. Es audaz y se sabe atractivo.
Camina hacia su camarín divertido y ansioso. Tiene la certeza de que en un rato ella gemirá en sus brazos.

Despierta atormentado por un frío espantoso. Algo lacera sus entrañas. Las sábanas están viscosas. Prende la luz y las ve teñidas de rojo.
Imagina el último acto de alguna de sus tragedias.
La pelirroja ya no está en escena.
 

De "Tío Elías y otros cuentos" (2005)

EMBOSCADA







En cuanto la vi, supe que estaba muerta.
Cuando nuestros ojos se cruzaron sentí un extraño escalofrío pero sacudí mi temor y avancé entre el gentío. Era imposible que ella supiera de mí.
Caminó hacia la estación de trenes y sentí que el momento había llegado. Apreté el cuchillo y apuré la marcha. Cruzó el molinete del otro lado de los rieles y se perdió en la esquina. Corrí.
Al doblar la esquina me detuve con sorpresa y terror. Con una sonrisa sardónica y una luz cruel en la mirada me observaba por encima del caño de la pistola.
Cuando comenzó a mover el dedo en el gatillo supe que mi corazonada era cierta.
Yo, ya estaba muerta.

De "Tío Elías y otros cuentos" (2005)

viernes, 25 de noviembre de 2011

Luz sobre oscuridad







Un renglón, colmado
de palabras,
ilumina lo oscuro
que, ilógico, oculta
un papel en blanco.

Emerge
del desvelo
para acallar fantasmas
miserables.


Del libro "Espiritu al garete (poemas insomnes)" - Inédito

Palabras insomnes






En el abismo nocturno
el silencio bate sus alas;
mi espíritu se las ingenia
para no hacerle caso.

Hilvano estrofas
en busca de la justa
dimensión de mis razones.

Viajo por la noche,
como el errante, en busca
de mi Ítaca.

Un séquito de duendes
custodia mis nostalgias.


Del libro "Espiritu al garete (poemas insomnes)" - Inédito

domingo, 13 de noviembre de 2011

DESVELO







En mi desvelo
oigo que brama como viejo toro
un tren fantasma que atraviesa
el puente negro;
un río sigue, perezoso, su eterno
viaje.

Los ruidos de la noche
marcan mi extraña manera de buscar
en cada verso mi mañana.

En el invierno, las serpientes
no se asoman por el monte
pero cuando llega el verano reaparecen
con su veneno a cuestas.
¿Por qué morir
si río abajo está el futuro?

Dejemos que las serpientes destilen
su ponzoña henchida de silencios
que es lo mismo que decir
la ponzoñosa mudez de las serpientes
no puede con mi espíritu.

Sé que todavía puedo
navegar por el río de la vida
buscando el futuro en cada estrofa.

 
De "Poemas Insensatos" (Inédito)
 

martes, 8 de noviembre de 2011

CUADERNO DE MICRORRELATOS II






Amigos:
Ya está en la calle un nuevo libro de mi autoría.
Siguiendo la línea inaugurada con "Cuaderno de microrrelatos" y formando parte de la Colección Albigasta, “Cuaderno de “Microrrelatos II” va en busca de los lectores que espero sean benévolos.
La edición es prácticamente artesanal; el diseño de tapa, la edición y la corrección son absolutamente caseras. Esta vez contamos con la generosa ayuda de Editorial Lucrecia en la impresión y con la invalorable colaboración de José Pallares y Néstor Corbalán, quienes se encargaron de la diagramación final. Espero que haya quedado bien.
Próximamente será presentado en sociedad junto a la Segunda edición de “El microrrelato en Santiago del Estero” que contiene los trabajos de cuarenta y tres autores de nuestra provincia.
Como adelanto, les dejo tres textos.


POR FAVOR SEA BREVE VIII

“Por favor sea breve” me dijo somnolienta y enojada mientras ocultaba a su amante con la puerta entrecerrada. “¿Qué diablos pasa?”
“Ulises está entrando al palacio” dije.
En su rostro leí que Penélope ya no tenía tiempo.


TABLAS

La reina negra sucumbió al alfil blanco; un caballo negro atropelló a la blanca. Los reyes, ya viudos, firmaron la paz decretando tablas.


CONFIGURACIONES

“Veo la costa de Ítaca” dijo Ulises a uno de sus hombres con una sonrisa indescriptible, pero al llegar a la playa encontraron una tierra extraña poblada de hombres cobrizos que les saludaban alegremente dándoles la bienvenida agitando espejitos de colores.
“¡Puta Madre!” gritó Ulises al borde de la ira. “Algún boludo desconfiguró el GPS y vinimos a parar a la loma de la mierda”.