domingo, 25 de mayo de 2014

SAUDADE




                                      Fotografía: Siesta de otoño (Antonio Cruz)


La siesta huele a otoño

es decir, a melancolía.

Me refugio en la poesía

porque en la palabra

vive lo sagrado.

Fantasmas invisibles,

rostros borrosos,

soledad, nostalgia, desvarío

y por ahí, anda mi soledad

tristeando bajo el tímido

cielo de mayo.


Uno tan solo escribe

acerca de aquellas cosas


que atesora el alma. 






miércoles, 14 de mayo de 2014

DIECISIETE HAIKUS PARA UN DÍA DE MIÉRCOLES



I

Hieren la tarde
feroces los silencios
de mi nostalgia


II

Gris y sombrío
el otoño atardece
hecho recuerdo


III

Oscuro ocaso
callado su murmullo
lleno de ausencia


IV

Tarde de otoño
amarilla congoja
penas antiguas


V

Gris y amarillo.
Un derrumbe de sueños
en el otoño.


VI

Piadosa y triste
la tarde se resbala
hacia la noche.


VII

Árboles mustios
hojas amarillentas.
Llega el otoño.


VIII
Visten otoños
los árboles desnudos
como mis sueños.

IX
Sueño y nostalgias
en grises y amarillos.
Tarde de otoño.

X
Ramas desnudas,
los árboles sin hojas,
tristes espectros.


XI

En el silencio
de mi calle quieta
duerme el otoño.


XII

En mi ventana
rumor de gotas tristes.
Tarde de otoño.


XIII
Congoja oscura.
Amargos son los surcos
de la nostalgia.


XIV
Cárcel plomiza,
la tarde cenicienta
y el desamparo.


XV
Siesta de otoño
preñada de misterios
y soledades.


XVI
Día de otoño
hojas amarillentas
y penas grises.


XVII
Viste al silencio
el murmullo del río.
Todo es saudade