lunes, 31 de octubre de 2011

CARPE DIEM








Que no te habite el desaliento;

que tus sueños no sean derrotados

que no te ahoguen dogmas indecentes.

Espera con paciencia:

el futuro te alcanzará

la luz y la esperanza.



Disfruta del olor a vida

que invade la cocina

cuando tu esposa prepara la comida

o absorbe, en el ocaso, la fragancia

de esa mujer que es parte de tus horas.



Bebe el vino del asombro cotidiano

y deja que un sueño te devore.

Debes estar seguro

que habremos de salir del laberinto



Vive el día,

permite que la noche te proteja,

ten la certeza de que no todo está perdido.

pues hasta en el paisaje

más sombrío

los ojos de Dios se encuentran cerca.




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