Que no te habite el desaliento;
que tus sueños no sean derrotados
que no te ahoguen dogmas indecentes.
Espera con paciencia:
el futuro te alcanzará
la luz y la esperanza.
Disfruta del olor a vida
que invade la cocina
cuando tu esposa prepara la comida
o absorbe, en el ocaso, la fragancia
de esa mujer que es parte de tus horas.
Bebe el vino del asombro cotidiano
y deja que un sueño te devore.
Debes estar seguro
que habremos de salir del laberinto
Vive el día,
permite que la noche te proteja,
ten la certeza de que no todo está perdido.
pues hasta en el paisaje
más sombrío
los ojos de Dios se encuentran cerca.
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