(Diecisiete)
En diecisiete
sílabas emotivas
canto a mi tierra.
I
Sur de Santiago,
mortaja de salitre
para los sueños.
III
Ruido de cascos.
Hacia el misterio trotan
las soledades.
VI
Musgo y diamantes,
hechizo que cautiva.
Una mirada.
XII
Mis utopías.
cabalgan sobre el tiempo.
Mustios espectros.
XVI
Blancas organzas.
La sal viste a la tierra,
también a mi alma.
XXXIII
Irrespetuosos
los vientos del otoño
y mis nostalgias.
XXXIV
Negras estrellas,
hondura misteriosa
tus ojos brunos.
XXXVII
Soles y nubes,
mixtura indefinida.
Tarde de otoño.
XLIX
El monte duerme
bajo el crisol ardiente.
Late el silencio.
L
Cielo esmaltado
de sangre y de misterio.
Cae la tarde.
LIII
Lumbre y cenizas.
La vida es una brasa
que arde en misterios
LV
Se amasan sueños,
dormitan las leyendas.
Noche en Santiago.
LXXIII
Cielo y asombro
y un horizonte viejo
de sueños muertos.
LXXVIII
Inconmovibles
las voces del silencio
pueblan la tarde.
LXXXI
Inalcanzables,
la luz del horizonte
y las estrellas.
LXXXIII
Tarde de grises;
los árboles, la lluvia
y la nostalgia.
LXXXVII
Las esperanzas
viajan hechas suspiros
hacia el olvido
encantada de leerlos, volveré. Les daré una nueva miradita. Desde Perú, te abraza, Julia
ResponderEliminar