¿Quién puede tener la certeza
que alguna circunstancia
sea mejor o peor en la vida de
cualquier hombre?
Algunas veces, eso que anhela
de manera tan ferviente
llega demasiado temprano
o demasiado tarde
y hasta quizás en el momento
inadecuado
o puede suceder que,
intempestivamente,
la vida le presente la baraja
y su juego es casi bueno
o casi malo, que es lo mismo
y sabe que una carta, una sola carta
(el as de espadas o el de basto
o hasta quizás el siete bravo)
pueden marcar el camino
pero ante la duda, no se juega
y se condena a vivir sin saber
si esa carta le llevaba al cielo
o al infierno.
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