MÉDICOS
Casi,
como pequeños dioses
sin Olimpo,
le disputan a la muerte
palmo a palmo,
su tesoro.
Acostumbran habitar
esa enlutada geografía,
justo a las puertas del infierno,
y, como ángeles invictos,
merodean
por los sitios
dónde ya casi nadie
nombra con exactitud la vida,
inventando nuevas savias
con despojos.
Ellos
tratan de hacer la luz
aquí, donde casi siempre,
se huele a dolor, oscuridad
y muerte.
Increíble. Sólo quienes asisten a diario a éste contexto pueden entenderlo. Increíble y exacto. Un abrazo, viejo querido.
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