miércoles, 27 de octubre de 2010

ESPERA







ESPERA

Late la tarde
poblada de demonios;
siluetas que se mueven al compás
de los dislocados ritos cotidianos.

Encerrado en el viejo bodegón
aguardo tu llegada...

¿Cómo mensurar
la longitud del tiempo de aquellos
que aún esperan?
¿En cantidad de cafés o cigarrillos?
¿En minutos que se hacen tan largos
como la propia espera?

La tarde se retira...
Las figuras se diluyen...
Aquí adentro,
sigo esperando tu venida.



Del libro "Poesía Cotidiana" (2006)

                                                                

2 comentarios:

  1. Esperar desesperar esperanzar, tanto parecido da algo de fuerza ante el café y el cigarrillo muerto.
    La puerta entornada, el ojo atento.El corazón tamboreando su locura.
    Todo ahí, en tu poema.
    Con mi abrazo,
    d.

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  2. Gracias Diana. Siempre generosa. Devuelvo tu abrazo.

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