Tarde de lluvia en Santiago
MAREA CIUDADANA
Suben las aguas y después decrecen;
por momentos más mansas o más vivas
se mueven en oleadas. Fugitivas
van y vienen las aguas. Nos ofrecen
una danza vivaz. No hay quien aprese
a las aguas esquivas, impulsivas
ni pincel penetrante que describa
boceto acuoso que en la tarde crece.
Pienso en playa lejana, sol, arena,
cielo, mar, pleamar, marea baja.
Mas no hay mar, solo calles anegadas
por lluvia intensa, densa; lluvia plena
de verano. ¡Hay que ver cómo trabaja
la mente ante una calle desbordada!
(Del libro Poesía cotidiana - 2006)