El poema
XII
Al final de los tiempos
donde el silencio es canto y letanía
ya no sufro la espera desdichada
de la lóbrega muerte.
He descubierto en las palabras
la permanencia gloriosa de la vida.
LOS HAIKUS
II
Gota azulina
vacila contra el cielo.
Brilla el lucero
V
Cuelgan del cielo
mis lágrimas dolientes.
Trémula noche.
XVII
Flor de mi tierra.
Morena santiagueña
de ojos oscuros.
XVIII
Luna obcecada,
se resiste a la muerte.
También mis sueños
XIX
Sol que tortura.
Sed de tierra reseca
nuestros veranos.
XXII
Bajo la lluvia
la tarde cenicienta
es luminosa.
XXVI
Sones del viento.
En lo alto de la sierra
bebo las nubes.
XXVIII
Viajan silentes
cruzando el horizonte
mis sueños grises
XXX
Visten el aire
las voces de los grillos.
Canta la noche.
XXXI
Penas al viento,
la tierra resignada
de amargos surcos.
XXXVIII
Desesperada,
adherida a las piedras,
late la hiedra.
XXXIX
Decapitado
relámpago negruzco.
Noche sin luna.
XLII
Polvo y arena,
paraíso de soles,
monte y misterio.
XLVI
Dulce embeleso,
embrujo de los montes.
Gracia y ensueño.
LI
Jeroglífico
de terciopelo y astros
cielo nocturno.
LXII
Murmura el río
el cielo está callado
cae la noche.
LXIX
Murmullo suave,
la canción de los montes
viaja en el viento.
Disfrute el post. Los haikus sensacionales.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Gracias Fabiana. Usted siempre generosa.
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